viernes, 23 abril 2010, 21:18
Wes Anderson, el director total
En la categoría: Directores
Wes Anderson es un director al que conviene seguir la pista. Sus películas tienen como denominador común varios ingredientes inalterables: la troupe habitual de actores con Bill Murray y los hermanos WIlson a la cabeza, una excepcional banda sonora en el que siempre tienen su rincón los Stones o Bowie, un guión complejo en el que todas las piezas se ensamblan sin estridencias y una historia contada como nadie.
Es evidente que no se trata de un tipo normal. Basta revisar su obra para darse cuenta de que sus inquietudes resultan diferentes y que su personal universo es en ocasiones demasiado propio para gustar a todo el mundo. Pero, sin duda, tiene una virtud: si la historia te toca, lo hace para siempre.
Comenzó su carrera con 'Bottle Rocket' ('Ladrón que roba a ladrón', 1996). Una más que decente tarjeta de presentación. Se situó en la profesión con 'Academia Rushmore' (1998), donde brindó a Bill Murray un papel irrepetible con el que colarse de nuevo en las agendas de las grandes producciones. Pero el momento de gloria le llegó con 'The Royal Tenenbaums' (2001), un éxito de crítica y público para una película más compleja de lo que parecía y que le permitió embarcarse, literalmente, con absoluta libertad creativa y cierta solvencia económica en la tripulación de 'The Life Aquatic' (2004), una película que no acabó de cuajar pero que es una pequeña joya llena de guiños y homenajes al cine con el que creció. Lejos de desanimarse por la escasa repercusión, se metió de lleno en el rodaje conjunto de 'The Darjeeling Limited' ('Viaje a Darjeeling', 2007) y de su cortometraje/prólogo 'Hotel Chevalier'. Un excepcional filme en el que Anderson deleita con una imágenes inolvidables para una película que aúna lo mejor (y lo peor para los más críticos) de su cine.
Su nuevo trabajo, 'Fantastic Mr. Fox' ('El Fantástico Sr. Zorro', 2010), es una película animada con las voces de sus actores fetiche, lo que le sirve de instrumento para adaptar el exitoso cuento infantil de Roald Dahl. No es su mejor película, pero, de momento, se lo puede permitir.
Lo peor que se podría decir de él es que parece un director que está al dictado de las modas, lo mejor, que cuando éstas pasen, quedarán sus películas.