domingo, 21 marzo 2010, 18:40
La canción húngara del suicidio
En la categoría: Entrevistas & Descubrimientos
¿Qué puede hacer una canción para inducir al suicidio? La respuesta no es sencilla, pero, leyenda urbana o realidad, lo cierto es que Gloomy Sunday (titulada originalmente Szomorú Vasárnap) es una canción húngara que siempre estuvo unida a la idea del suicidio, empezando por su propio compositor, Rezso Seress.
Seress fue un húngaro que pasó por muchas desgracias en su vida. Siendo judío tuvo que sobrevivir a los campos de concentración alemanes y al salir de ellos tuvo que ganarse la vida como pudo, a veces, de las maneras más precarias e inhumanas.
Con el tiempo aprendió a tocar el piano y lo hacía con una sola mano. Pero su suerte cambió casi de un día para otro. En 1933 compuso una canción titulada Gloomy Sunday (Domingo Triste) que le daría a conocer en todo el mundo gracias a la versión de Billy Holiday en 1941. Sin embargo, el éxito que vivió Rezso Seress tan sólo le hacía sentirse más miserable ya que él sabía que jamás podría superar lo que había hecho con esa canción.
A la canción pronto se la conoció en Estados Unidos como 'Hungarian suicide song' ('la canción húngara del suicidio'). Y es que, cuenta la leyenda que cientos de personas se suicidaron después de escucharla tras verse inundados por una profunda tristeza. El primer suicidio inducido data del año 1936 cuando el húngaro Joseph Keller se quitó la vida y en su carta de suicidio aparecía escrita la canción. Después de él vendrían otras 17 personas que harían lo propio después de oír Gloomy Sunday.
Pero la desgraciada fama de la canción se extendió por todo el mundo. Existen testimonios que hablan de personas que se han tirado de un puente, otros se han ahorcado e incluso existe el rumor de un hombre que pidió que tocaran esa canción en un bar antes de salir y pegarse un tiro.
Lo paradójico del caso es que su autor, el propio Rezso Seress, se suicidó en 1968 tras saltar por la ventana de su apartamento en Budapest. Años más tarde, en 1997, el cantante de la banda escocesa The Associates, Billy Mackenzie, se suicidó cerca de casa de su padre y, curiosamente, el grupo había reinterpretado la canción años atrás.
Todo esto hizo que la BBC prohibiera la emisión radiofónica de la canción por temor a que se produjeran más muertes. Pero no se ha podido impedir que se conozca la leyenda. La canción ha sido versionada por artistas como Elvis Costello, Björk o Sinéad O'Connor. Además, la película española La caja Kovak gira entorno a esta canción, que también aparece al comienzo de la película La lista de Schindler. Aquí tienes el vídeo de la canción original y a continuación la letra traducida al español, ¿te atreves a escucharla?
Gloomy Sunday (Triste domingo)
Triste domingo, con cien flores blancas
Y ornado el altar de mi loca ilusión
Donde mi alma se ha ido a postrar
Mientras mi boca llamándote está
Muere en mi sueños ocasos de hastío
Cansados de espera y de soledad
¡Triste domingo!
Tú no comprendes la angustia terrible
De estar esperando, sin verte, llegar
¡Vuelen tus pasos que debo marchar!
No ves que muero con mi loco afán
Quiero que seas la blanca y piadosa
Mortaja que cubra mi hora final
¡Triste destino!
Querido
Junto a mi ataúd que circundan muchas flores
Aguarda mi confesión un sacerdote
Y a él le digo:
Lo quiero, lo espero.
No temas nada si encuentras mis ojos
Sin vida y abiertos y esperándote
Tus manos son quien los deben cerrar
Y acaso entonces yo habré muerto en paz
Siento un doblar de campanas, que
Lúgubremente sus voces me ordena marchar
¡Triste domingo!
¡Vuela mi vida tu paso querido
Que llega la hora que debo partir!
Quiero tenerte en mi viaje final
Y algo me dice que no llegarás
Triste domingo visítame amado
Que ahora en mi tumba yo te he de esperar
¡He de esperar!