miércoles, 1 junio 2011, 19:44
20 años sin Mi Chica
En la categoría: Revival
Leyendo el titular, resulta comprensible que uno pueda pensar que se trata de una lacrimónega carta a un amor perdido. Pero nada más lejos de la realidad. Es un juego de palabras para rendir homenaje a David Ruffin en el 20 aniversario de su muerte. ¿Y quién es David Ruffin? Un tipo al que muy pocos conocen, pero al que todos han oído. Esta es la historia del hombre que cantaba la mítica My Girl.
Ruffin fue el vocalista más exitoso de la mítica banda de soul y rhythm and blues, The Temptations. Un grupo vocal formado en Detroit a principios de los años 60. El cantante llegó para reemplazar a Elbridge Bryant, que fue expulsado de la formación al no acudir a los ensayos y preferir dedicar el tiempo a su profesión como repartidor de leche.
Así que el grupo se decantó por Ruffin, que era un comediante que aportó muchas cosas a The Temptations tales como las coreografías y los juegos vocales. Y fue en 1964 cuando llegaría el gran éxito de la banda con la publicación del tema My Girl. Junto a esta canción llegarían otras como Since I Lost My Baby, Ain't Too Proud to Beg o All I Need. Sin embargo, y como sucede en muchos casos a lo largo de la historia de la música, con el éxito llegó la caída en picado de su líder.
Como si de una montaña donde lo difícil es subir y lo fácil es caerse, la carrera del cantante llegó a la cima para después descender en picado. En 1967 sus problemas con las drogas eran cada vez más alarmantes. Su adicción a la cocaína le hacía faltar a sesiones de grabación e incluso a conciertos. Su ego se elevó a la enésima potencia y se negaba a viajar con el resto de la banda para desplazarse en una lujosa limusina acompañado de la amiguita del momento.
El éxito se le subió tanto a la cabeza, que exigió a sus compañeros que cambiaran el nombre del grupo por David Ruffin and The Temptations, algo a lo que se negaron en rotundo, decidiendo además expulsarle de la formación. Su puesto fue a parar a Dennis Edwards, antiguo componente de la banda en sus inicios. Pero Ruffin no quiso ponerle las cosas tan fáciles.
En posteriores actuaciones, el ya ex cantante irrumpía en el escenario para robar a Edwards el micrófono y quitarle así todo el protagonismo, mientras cantaba las canciones que le hicieron famoso, entre ellas, My Girl. El resto de miembros se cansaron de estas apariciones y decidieron contratar un servicio de seguridad para evitar que Ruffin se colara en el escenario. Y éste, al verse ninguneado, decidió denunciar a la Motown que, para evitar un largo proceso judicial, le compensó con una carrera en solitario, donde apenas destacó su tema My Whole World Ended (1969).
Pasaron los años y las heridas cicatrizaron. En 1982 se volvieron a juntar para elaborar el disco Reunion, pero el proyecto ya no dio sus frutos y se volvió a romper la banda, que en 1989 entró a formar parte del Salón de la Fama del Rock and Roll. Pero Ruffin no estaba para celebraciones. Sus problemas con la cocaína iban en aumento y, el 1 de junio de 1991, aparecía muerto por sobredosis en su casa de Pennsylvania.
Después de una vida llena de dinero, fama y fortuna, Ruffin no se dio cuenta de que, en realidad, la mayor de las riquezas que un hombre podía tener, lo que le iluminaría en un día nublado, era lo que realmente estaba buscando, y lo que cantó durante toda su vida en la mítica e inolvidable, My Girl. Siga descansando en paz...
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