domingo, 29 mayo 2016, 23:22
Otra tarde con Mark Lanegan
En la categoría: En directo
Un año más, un concierto de Mark Lanegan más. El carismático cantante volvió a girar por nuestro país estos días y una vez más se hizo obligatorio acudir a la cita que tenía con la noche madrileña, esta vez en el Teatro Lara por cortesía de SON Estrella Galicia. Una cerveza nada más entrar, a modo de agradecida invitación, y otra tarde más con el genuino vocalista.
Esta vez, sin su banda. Se trataba de volver a ver el lado más íntimo de Lanegan acompañado de su "hermano" Duke Garwood como ya hiciera en 2013 para presentar el álbum que ambos parieron bajo el nombre de Black Pudding. Garwood fue el encargado de abrir la noche como telonero mientras el teatro terminaba de llenarse y más de uno interrumpía con sus conversaciones.
Pasadas las 23 de la noche, salió Lanegan y el público pareció despertar del sueño en el que había caído alguno de los asistentes. El cantante se puso en el centro del escenario tras un tímido saludo, cogió el micrófono con su mano izquierda, postura no abandonaría durante la próxima hora y cuarta, aproximadamente. Clavado, serio, muy serio y sin apenas gestos hacía el público. Un cantante cada vez más impertérrito y cuya profunda y rasgada voz inundó la pequeña sala desde el primer momento.
Después de When your isn't up continuó con una de las canciones preferidas de este blog, One Way Street, que volvió a hacer redonda. Poco a poco fueron cayendo diferentes temas de diferentes épocas y álbumes como Gravedigger's song, I'll Take Care of You, Low, Deepest Shade o la de On Jesus Program, con la que se despidió durante unos segundos para volver y cerrar el concierto con Driver, Mescalito, I Am The Wolf, Bombed y Halo of Ashes, el guiño que hizo a su añorada y enterrada época al frente de los Screaming Trees.
Y así, casi sin despedirse, se fue. Un gran aplauso le arropó durante sus pasos, incluidos los de algún despistado que ansiaba aplaudir antes que nadie y que interrumpió varias canciones para desesperación del que escribe estas líneas. Luego volvió a tener a bien el salir a firmar autógrafos y hacerse fotos con los asistentes, que pudieron comprobar de primera mano lo seco que puede llegar a ser un cantante que poco o nada tiene que demostrar ya a estas alturas. Un concierto agradable aunque desde aquí seguimos prefiriendo sus conciertos rodeado de su banda al completo. Hasta el año que viene, Mark.
(Fotos: lolasartphoto)
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