viernes, 24 junio 2016, 19:37
Band of Horses siguen trotando
En la categoría: Lanzamientos
Band Of Horses lanzaron este mes su quinto álbum de estudio en sus ahora diez años de carrera. Un largo recorrido para un grupo totalmente consolidado dentro de la escena indie-rock y que ahora nos presenta Why Are You Ok, un disco producido por Jason Lyte de Grandaddy y que sigue la línea marcada por su antecesor, Mirage Rock (2012).
Cuatro años, por tanto, ha sido la espera para poder escuchar material nuevo y la primera conclusión después de una primera escucha es que hay que aceptar que nunca volverán a sacar un Everything All the Time (2006) ni un Cease to Begin (2007). Ambos trabajos, defendidos por Sup Pop Records, supusieron la cumbre de su carrera y el paso previo a las multinacionales.
Infinite Arms (2010), que lo grabaron con Columbia al igual que Mirage Rocks, fue la última esperanza de poder volver a ver la mejor versión de la banda de Seattle. Sin embargo, no todo es pesimismo. Ahora se estrenan con Interscope y su talento, aunque en mejor medida, sigue ahí presente. Por eso siguen trotando. No se han parado, pero tampoco cabalgan como hace una década. Tal vez, que su líder, Ben Bridwell, sea ya padre de cuatro hijos le quita mucho tiempo para poder dedicarse de lleno a su carrera musical o tal vez esa paternidad ha reducido sus energías.
Porque Why Are You Ok (el nombre del disco fue fruto de un mensaje que le escribió su hija) es un disco más calmado que sus anteriores. Es un álbum grabado a caballo (nunca mejor dicho) entre California y Nueva York y donde el genial Rick Rubin ha participado también para terminar de pulir la producción. Como nos tienen acostumbrados, en el disco encontramos pequeñas joyas como su tema estrella este año, Casual Party, donde Bridwell vuelve a deleitarnos con su buen gusto por las melodías.
Un tema que funciona muy bien en directo como pudimos comprobar en la pasada edición del Mad Cool, donde la banda fue una de las más aclamadas del recién estrenado festival madrileño. La canción contrasta con la apertura del disco, Dull Times/The Moon, de siete minutos y con la banda en modo pinkfloydiano.
Solemn Oath, por su parte, consigue recordanos por momentos a los primeros trabajos de la banda y las otras dos canciones que más nos llaman la atención son In A Drawer, que mejora con el tiempo y donde las voces del líder Dinosaur jr., J. Mascis, le dan todavía más cuerpo a la composición, y Whatever, Wherever, donde encontramos al Bridwell más reposado y familiar. En definitiva, un disco agradable, excelente para disfrutar en un viaje pero que sin embargo no pasará a la historia de una banda que tendrá que reinventarse en el próximo trabajo si no quiere perder la potencia de sus caballos.
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